Imatge presa de la xarxa
TIMÓ
Cadascuna de les cases que m’abandonaren guarda una mar d’alés a la seua cambra (i una garbeta de flors seques de timó a la banda esquerra del coixí)…
(de La mort del pare, 2012)
TOMILLO
Cada una de las casas que me abandonaron guarda una mar de alientos en su habitación (y un manojo de flores secas de tomillo en el costado izquierdo de la almohada)…
Las flores secas del tomillo respiran en los abandonos guardados en los rincones de la vida.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Un abrazo
Los gatos son sabios y sólo ellos conocen el lado de la cama y la punta exacta de la almohada para otear vida y muerte. Saben regresar desde los recuerdos más arrinconados.Ellos conocen, por cierto, la alquimia de las flores secretas. De eso, sabía bastante Ronsard, renacentista (La Rosa), pero con huella tardomedieval (la Danza de la Muerte, Mercedes...)
ResponderEliminar